UN AYER Y UN MAÑANA

HOY nos encontramos entre el pasado y el futuro, pues hoy damos fin a un año más, un año que nos ha dejado muchas cosas positivas y negativas, un año que nos deja nuevas amistades y amistades que se han distanciado, un año que nos permitió ser o dejar de ser, un año que seguramente a permitido que crezca algo nuevo en nuestro vivir o un año en el que no creció nada.

Iniciar un año nuevo, llegar nuevamente al 01 de enero deber animarnos para que pensemos qué vamos hacer de bueno este año para crecer en nuestra realidad de hombres. No podemos seguir solamente existiendo es hora de vivir y de vivir con intensidad, tomandola por las riendas. Amigos no nos desanimemos en crecer en nuestra vida, en ser nosotros, en no permitir que el mundo gobierne nuestro vivir, haciendo lo que ellos quieren y dejando lo que yo soy.

Al finalizar este año te invito también a tener un espacio de interioridad con Dios, cual sea tu idea de él, es importante fortalecer nuestro ser interior, nuestra esperitualidad juega un papel fundamental en nuestro crecimeitno como hombre, la presencia divina en nuestra vida es para fortalecer y crecer, no para sentirnos sometidos y vilentados por él. No dejes pasar la oportunidad de purificar el espíritu.

Solo te deseo que al estar en el umbral del nuevo año te permitas encontarte contigo mismo, con la divindad y con los demás. Un abrazo y un buen y grato inicio de año 2011.

FELIZ NAVIDAD

HOLA A TODOS Y TODAS LOS Y LAS CIBERNAUTAS

QUIERO ACERCARME A USTEDES HOY CON UN SALUDO DE NAVIDAD. ESTA ÉPOCA NAVIDEÑA, EN LA QUE NOS ACERCAMOS COMO FAMILIA YA SEA POR NUESTRA FE O POR VIDA SOCIAL, ES OPORTUNA PARA REVISAR NUESTRA REALACIÓN CON LOS DEMÁS Y EL COSMOS. SOMOS SERES SOCIABLES POR NATURALEZA, YA LO HAN AFIRMADO DESDE LOS PENSAMIENTOS GRIGOS, Y HOY TODAVÍA ES VIGENTE ESTA IDEA, SOCIABLES CON LOS OTROS HOMBRES Y CON LA NATURALEZA EN SÍ; POR ELLO ES FUNDAMENTAL DARNOS UN ALTO EN EL CAMINO Y PRGUNTARNOS POR NUESTRA RELACIÓN CON ELLOS.

DESEO TRANSMITIRLES UN SALUDO DE PAZ Y ARMONÍA, QUE EN ESTA ÉPOCA NOS PERMITAMOS REVISAR PARA MEJORAR CADA DÍA MÁS, NUNCA ES TARDE PARA EMPEZAR.

UN ABRAZO A CADA UNO Y A CADA UNA DE LOS Y DE LAS QUE SE ACERCAN A ESTE BLOG PARA LA BÚSQUEDA DE UN MEJOR VIVIR Y DE UN APORTE A LOS DEMÁS.

FELIZ NAVIDAD

EL HOMBRE QUE DECIDE

Se ha confundido la toma de decisiones con la simpleza de la opción. No equivale a lo mismo

tomar una decisión o tomar una opción. La decisión requiere del discernimiento, la opción no.

El día a día esta lleno de opciones. Las opciones no afectan la realización del hombre como hombre. Se puede optar por levantarse más temprano o más tarde, se puede optar tomar café o chocolate, o se puede optar vestir de negro o azul, hasta se puede optar por trabajar, jugar, estudiar, salir o no. El deseo, la satisfacción, el gusto, la comodidad pueden brindar una ayuda para optar entre unos u otros.

Ahora bien la decisión es la respuesta firme con juicio definitivo a asuntos que realizan al hombre como hombre. Las decisiones se ayudan del discernimiento, y el discernimiento sincero se realiza a la luz de la realidad propia del hombre, quien no se conoce, quien no ha entrado en su yo profundo cree tomar decisiones pero no es así.

Tomar decisiones es buscar la realización desde y para la esencia única de la que el individuo es poseedor. Cuando se realiza una actividad o una acción basadas en intereses: familiares, sociales, tradicionales, económicos, culturales, solidarios o placenteros, no se ha tomado una decisión, sencillamente se ha optado por algo que satisface o que se cree concederá la felicidad buscada.

La toma de decisiones, en algunos casos, va en contracorriente con el grupo familiar, grupo social y/o grupo de amistad. El individuo se puede encontrar con que uno o todos los miembros de estos grupos desean brindarle lineamientos, caminos, experiencias vividas para que decida en la realización personal; mas cuando estas ayudas provienen de la identidad del otro son ayudas que dañan. Es allí donde el sujeto está llamado a discernir para decidir, aunque su decisión este en contracorriente con el otro o los otros. Cuando se trata de su realización no puede, el individuo, solo tomar una opción.

Puede ser que el hombre que decide encuentre en el desarrollo de su decisión obstáculos, obstáculos que pesan mucho, pero si a decidido desde el discernimiento está llamado a reflexionar en cómo saltar tales obstáculos, nunca en salir de la decisión. Pues en muchas ocasiones los obstáculos son producidos por sujetos que no se entienden a sí mismo y gustan de estropear a quienes si lo han logrado.

No lo olvides tu esencia es solo tuya, como tuya es la decisión de hacerla fructificar, así que discierne, decida y actúe.

AUTO-CONOCIMIENTO PARA SER FELIZ

Continuemos con la reflexión ¿Quién soy?

Entrar en el mundo del autoconocimiento no es un morir para renacer. Es un descubrir lo que he recibido, y descubrir en todo ello que es lo que me ayuda en mi realización personal. Es descubrir cuantos elementos de los recibidos en mi formación han alimentado mi esencia y cuantos los he aceptado con docilidad pero sin interés. Hay que realizar un trabajo de autoconocimiento con tranquilidad y con tiempo, pues pueden existir algunos elementos que los he desarrollado muy bien pero no por ello puedo definir que hacen parte de mi esencia. Llamo elementos a todo lo que pudiera definirnos: nuestra forma de relacionarnos, nuestras búsquedas, nuestras habilidades, nuestra forma de vestir y nuestra forma de transmitir un mensaje.

El autoconocimiento requiere descubrir que tengo en mí de toda la realidad circundante en mi proceso de maduración. Habiendo encontrado en mí lo que tengo de mi familia, de mi realidad socio-cultural-económico y de mi educación, tengo que eliminar todo aquello que he recibido y no equipara con lo que soy. Y para saber quién soy no hay sino una forma: conocer lo que siento cuando actúo, es decir, cuando hablo, cuando hago, cuando pienso, cuando busco, todo ello cuando es MIO me da: gozo, alegría y paz interior. Lo que comúnmente llaman FELICIDAD.

Erróneamente nos han engañado afirmándonos que la felicidad la encontramos en tres grandes metas del hombre: tener, poder y placer. Tener bienes, entre más cantidad, más costosos y más actuales mejor. Manifestar poder, que someta, que humille, que condene y que anula relaciones humanas. Sentir placer, que satisfaga la materia corporal o el espíritu contaminado.

Cuando emprendemos la búsqueda de la felicidad por estos caminos: el tener, el poder y el placer, nos condenamos a la infelicidad. Quién puede construir el edificio de la felicidad teniendo las bases cimentadas con: envidia, egoísmo, individualismo, trampa, deshumanización; todos ellos elementos efímeros e intrascendentes y necesarios para que el hombre acumule lo que quiere pero no ama. El único edificio que se logra construir con esas bases es el edificio de la satisfacción.  

La  felicidad solo la logramos desde nuestro autoconocimiento que nos permite valorarnos como individual para formar unidad. El entrar a una socialización desde mi verdad ayuda más que entrar en ella deseando o manifestando una verdad que no es mía. Lo que falta comprender es que paradójicamente nuestra realización personal, nuestra esencia realizada, nos permite tener, nos da poder y nos concede placeres. Pues ninguno de ellos es malo en sí, son muy buenos cuando nos los encontramos en el caminar y no son el camino.

Apreciado(a) lector(a) te invito que te des un tiempo para pensar si tu existir aún no es una vida, porque te has olvidado de conocerte y por tanto de amarte. Quizá descubra que estas más pendiente de los otros que te rodean, de aquellos que triunfan, de aquellos que tienen o sencillamente de aquellos que se ven felices; o tal vez has construido un hombre (varón o mujer) que no es lo que es sino lo que otros quieren que sea; o sencillamente estas esperando tener un puesto que te dé poder para poder ser; o más bien te has contentado con pequeñeces placenteras que da lo cotidiano de la vida.  Si fuera alguna de las anteriores lo lamentaría mucho y espero que tú también lo lamentes, pero lamentaría mucho más que no empieces hoy a buscar lo que eres, a buscar la felicidad. Ánimo.  

¿QUIÉN SOY?

Con este artículo, apreciado lector, deseo que nos respondamos ¿Quién soy?; ya que es muy común escuchar al hombre, en cualquier círculo social, expresar con toda seguridad: “yo soy así”. ¿Qué peso de verdad posee tal afirmación? ¿Será que el individuo se relaciona desde lo que ES? ¿Quien expresa esto, sabe lo que ES?

Te invito apreciado lector que reflexiones un momento “yo soy así”, es decir,  ¿tu genio, tus deseos, tus búsquedas, tu socialización, tu ocupación, tus sentimientos, son verdaderamente lo que eres?

¿Por qué es de suma importancia detenernos un momento en este interrogante? Porque en nuestros grupos humanos nos podemos encontrar, y en nosotros mismo podríamos encontrar, individuos que no son ellos, son el resultado de las muchas circunstancias de la vida, son sencillamente lo que han creado otros para el mundo, no lo que verdaderamente es.

Las circunstancias de la vida, que en un primer momento se nos confieren por nuestro orígene: familia, grupo social, amigos, educación, religión y política, son determinantes pero no decisivos en el individuo. El hombre no está “condenado” por su origen a ser lo que recibe de él. Acertó  Jean Paul Sartre (filósofo del existencialismo) en afirmar que “la existencia precede…” pero creo que erro en decir que “…a la esencia” - claro está que el error es visto desde mis creencias -  puesto que la esencia está presente en potencia, es decir que puede llegar a ser, en la existencia del hombre. Yo diría que la existencia precede al vivir, recordando mi artículo EXISTIR PARA VIVIR. 

Establecer la esencia del hombre a partir del desarrollo de su vida es condenarlo a realizarse desde lo que recibe y tiene, el pobre será desde su circunstancia y el rico desde la suya, teniendo en cuenta nuestras realidades humanas en las que las situaciones socio-económicas son las primeras en determinan o definen la vida del hombre. La afirmación “yo soy yo y mi circunstancia” del filósofo Ortega y Gasset (filósofo de la perspectiva) también favorece a la condenación de la realización del hombre. Vuelvo a decirlo, el hombre puede verse determinado por las circunstancias de la época, lugar y género en el que le correspondió existir pero no puede verse definido, eso sería violentar su primer misión que es realizarse, y sólo logra realizarse desde su esencia, que es propia y única.

Cuando el hombre hace de las circunstancias y de lo que recibe “un todo” se niega la posibilidad de ser lo que ES, y pasa a ser lo que otros van construyendo día a día en él. Es cierto, el hombre está llamado a ser agradecido con los otros hombres que le han dado lo que han tenido cuando éste no tenía nada. Debe reconocer que sin las “habilidades cerradas”- “algunas estrictamente funcionales, -como andar, vestirse o lavarse- y otras más sofisticadas –como leer, escribir realizar cálculos matemáticos o manejar un ordenador.”¹ -adquiridas en su desarrollo como hombre, le fuera muy difícil alcanzar “habilidades abiertas” –“son de dominio gradual y en cierto modo infinito. Algunas son elementales y universales, como hablar o razonar y otras sin duda optativas, como escribir poemas, pintar o componer música.”²- necesarias para realizarse. El agradecimiento por la herencia recibida no es excusa para huir de su misión: realizarse como individuo para el bien común. Buscar el bien común no parte de echar a la borda todo lo recibido, sino perfeccionarlo o modificarlo, si fuera necesario, para encontrar la realización de la esencia personal.

El hombre debe encontrarse a sí mismo, debe auto-conocerse, para poder descubrir lo que hay que perfeccionar o modificar. El auto-conocimiento tiene que abarcar todo el ser: deseos,  talentos, sentimientos, gustos, miedos, rechazos, defectos. Y para alcanzarlo es menester que se anule de la razón la frase común: “nunca el hombre llega a conocerse”. El auto-conocimiento no es un mito puede ser una realidad, y cuando ella llega, el hombre podrá pronunciar con toda libertad y posesión: “yo soy así”.  De lo contrario está llamado a decir con sinceridad: “yo soy lo que me han dado”. El desconocimiento propio enraíza en realizaciones ajenas o condena a no ser lo que es, y estas dos esclavizan a la búsqueda de la felicidad.    

Espero complementar con otras reflexiones que nos ayuden a profundizar sobre el auto-conocimiento.

Gracias, apreciado lector.

1.       Cfr. John Passamore, citado por Fernando Savater en su libro EL VALOR PARA EDUCAR.

2.       Ibis 

VIVIR PARA SER FELIZ

Hace algún tiempo en esta búsqueda de querer comprender nuestra realidad humana, me encontré con el gran misterio, con la gran pregunta, con la gran exploración, con la más esquiva, según algunos, del hombre (varón y mujer): la felicidad. En esta “masturbación cerebral” he logrado “eyacular” ideas frente a este asunto, como diría algún filósofo.





F E L I C I D A D





Mi primera idea apunta a sacar la felicidad de los sentimientos. Dejarla en los sentimientos equivale a decir que ella es algo que pasa en el hombre, y al pasar por el hombre se convierte en algo efímero. Yo no quiero pensar que la felicidad es la manifestación de una satisfacción momentánea, algo efímero. Y no quiero pensar eso porque el vivir del hombre se desarrolla entre alegrías y tristezas, sentimientos por naturaleza. Creo que la felicidad es una realidad que habita, en el hombre que la ha alcanzado, estando este triste o alegre. La felicidad tiene que partir de la esencia del ser, esa esencia que es propia y es mía, esa esencia que no está en otro ser. El realizar mi esencia me tiene que dar la felicidad, y normalmente la felicidad se manifiesta con alegrías, con gozo, con paz y muchas otras cosas positivas, peor si la tristeza o sentimientos negativas llegan, la felicidad no se va. La felicidad la tengo no la siento.  



La segunda idea nos permitirá aclarar la primera. Ella contrapondrá ideas de los artículos que fueron publicados por El Tiempo (prensa colombiana) para dar respuesta a la búsqueda de la felicidad, ellos titulaban: Cinco caminos hacia la felicidad y La felicidad es esquiva. Estos escritos me dejaron un sin sabor, pues ninguno de ellos apuntaban a encontrar la felicidad desde el sujeto como sujeto, sino desde circunstancias que acontecen en el hombre como sujeto. En resumen apuntaban a que la felicidad es fruto de: un desinterés por las cosas, rechazando una adicción, buscar una relajación en las actividades diarias, derrumbar pensamientos negativos, acumular buenos sentimientos y emociones, entregarse generosamente a los seres queridos y la última propuesta era encontrar un vínculo profundo con Dios, él dará la felicidad.  Todas estas propuestas condenan al hombre a estar atado a realidades distintas de él, para ser feliz. Y sí, acepto que el entorno, los que rodean, las circunstancias son influyentes para que el hombre sea feliz, mas no son determinantes.

Comprendamos lo antes dicho. El adjetivo feliz viene del latín “felix” que a su vez viene de “felicis” es decir “fecundo, fértil”, por tal razón un hombre feliz es un ser que hace productiva su vida, tiene la facultad de producir.



Ahora bien mirando la etimología de la felicidad, podemos ver que esa producción puede ser obstaculizada o  interrumpida por otros, pero el primer culpable de esa acción es el mismo ser al que, supuestamente, no lo dejan ser feliz. Son posibles dos razones: su producción no es acorde a sus capacidades o, ha materializado la revelación de la felicidad, que al no sentir nada se ha condenado a la “infelicidad”. Esta visión la asimilo con aquellos que han buscado salir de la existencia para entrar al mundo de la vivencia. En cuanto a los que todavía “existen” podría pensar que la felicidad o la infelicidad no son parte de su realidad, pienso que solo lograr satisfacción o desagrado. 

Quiero terminar esta reflexión recordando una película hindú, titulada: Estrellas en el cielo versión 2. Después de verla me quedó claro lo que pensaba; La felicidad no llega al hombre si éste hace todo lo contrario a su esencia, quizá produzca, pero no de la misma manera que produciría si conociera y amara su esencia individual y única. Es una necesidad fundamental que el hombre se auto-conozca para alcanzar la felicidad.

El autoconocimiento será mi próxima reflexión. Los espero.  



EXISTIR PARA VIVIR

El origen del ser ha sido reflexionado desde los inicios de los tiempos, y ha tenido muchas respuestas. Mas yo no deseo ahondar en ello, pues me parece que el buscar el inicio de la existencia nos detiene en lo fundamental que es reflexionar sobre esto que ya somos y tenemos hoy. Hoy deseo reflexionar sobre el existir del hombre para vivir, pues cuando llegamos a lo profundo de la antropología logramos integrarnos con el resto de los seres.

Cuando hablamos del hombre (varón y mujer) corremos el peligro de confundir dos dimensiones que puede este tener: existir y vivir. La afirmación "el hombre existe" no tiene la misma connotación ni mucho menos el mismo peso de “el hombre vive”. Existir hace parte de lo natural de todo ser: las plantas existen, los animales existen, los seres inanimados existen; claro está ninguna de estas logra vivir. ¿Entonces qué es vivir? Vivir es la capacidad de comprender la existencia, es saber y hacer propia la existencia, es decir poseer la existencia.

Lamentablemente el mundo está lleno de muchos que se han estacionado en la dimensión de existir y no han querido, no al logrado o sencillamente no han comprendido que es fundamental el paso a la vivencia. Dar el paso pretende alcanzar algunos elementos que requiere de obligación y de responsabilidad del hombre; elementos como: esfuerzo, deseo y tiempo. Y requiere también de una verdadera transcendencia hacer de lo sencillo extraordinario y de lo temporal eterno.

Lo anterior no es nada nuevo, muchos lo han dicho y hasta lo han predicado, ¿entonces por qué habitan pocos en nuestro entorno que han alcanzado la verdadera vivencia?  Podría balbucear algunas razones, estas razones que doy están en orden descendente de “culpabilidad”:

•       El hombre no quiere desacomodarse; la renuncia no es una palabra que produzca satisfacción es su ser por alcanzar algo distinto.
•       El hombre se encuentra contaminado y no lograr orientar su existir a la búsqueda del vivir.
•       Los pocos hombres que han logrado trascender en su existencia realizan todo para que ninguno, distinto a su realidad, alcance darle plenitud a su existencia. De esta manera lo logrado ayuda a someter al resto.
•        También hay dentro de los pocos hombres algunos que desean brindar una mano al grupo de los muchos hombres. Pero estos últimos, al no comprender o al no querer comprender, son posible los dos casos, rechazan tal ayuda por confundir las actitudes y por no querer desprenderse de lo que ya tiene. “Vale más pájaro en mano que cien volando”.

Estas son razones por las cuales algunos se alejan de transcender su existencia. Mas hay muchos otros que siguen saliendo de la monotonía y de la simpleza de la existencia, por ellos hay que seguir trabajando y brindando estas reflexiones. Ahora bien ¿por qué la necesidad de esto?, por la sencilla razón que este sin sabor está terminando con la felicidad en nuestros grupos sociales…

La felicidad será mi próxima reflexión. Espero sus comentarios…

Fue un gusto.  

                           El Fenghuang

Mi Saludo

Es para mi un gusto entrar en estos medios modernos tecnológicos. Deseo con este, mi blog, transmitir a todo aquel o aquella mi balbuceo filosófico sobre la vida, sobre el hombre, sobre la búsqueda de la felicidad. En mi corta experiencia de la vida he logrado ir creando un sentido reflexivo de la misma, me gusta cuestionar, me gusta interrogar, me gusta responderme las cuestiones cotidianas de la vida, eso haré en este espacio cibernauta, trataré de dejar reflexiones en las que podemos madurar en nuestra realidad humana. 

Espero sus aportes, pues todos crecemos en la medida en que participamos en la reflexión del otro. No me convencen los seres humanos que pasan por el mundo sin aportar nada al grupo social, ánimo, hay que hablar, hay que expresanos, hay que actuar con decisiones claras y aportadoras. Este espacio no tiene límites.