EL HOMBRE QUE DECIDE

Se ha confundido la toma de decisiones con la simpleza de la opción. No equivale a lo mismo

tomar una decisión o tomar una opción. La decisión requiere del discernimiento, la opción no.

El día a día esta lleno de opciones. Las opciones no afectan la realización del hombre como hombre. Se puede optar por levantarse más temprano o más tarde, se puede optar tomar café o chocolate, o se puede optar vestir de negro o azul, hasta se puede optar por trabajar, jugar, estudiar, salir o no. El deseo, la satisfacción, el gusto, la comodidad pueden brindar una ayuda para optar entre unos u otros.

Ahora bien la decisión es la respuesta firme con juicio definitivo a asuntos que realizan al hombre como hombre. Las decisiones se ayudan del discernimiento, y el discernimiento sincero se realiza a la luz de la realidad propia del hombre, quien no se conoce, quien no ha entrado en su yo profundo cree tomar decisiones pero no es así.

Tomar decisiones es buscar la realización desde y para la esencia única de la que el individuo es poseedor. Cuando se realiza una actividad o una acción basadas en intereses: familiares, sociales, tradicionales, económicos, culturales, solidarios o placenteros, no se ha tomado una decisión, sencillamente se ha optado por algo que satisface o que se cree concederá la felicidad buscada.

La toma de decisiones, en algunos casos, va en contracorriente con el grupo familiar, grupo social y/o grupo de amistad. El individuo se puede encontrar con que uno o todos los miembros de estos grupos desean brindarle lineamientos, caminos, experiencias vividas para que decida en la realización personal; mas cuando estas ayudas provienen de la identidad del otro son ayudas que dañan. Es allí donde el sujeto está llamado a discernir para decidir, aunque su decisión este en contracorriente con el otro o los otros. Cuando se trata de su realización no puede, el individuo, solo tomar una opción.

Puede ser que el hombre que decide encuentre en el desarrollo de su decisión obstáculos, obstáculos que pesan mucho, pero si a decidido desde el discernimiento está llamado a reflexionar en cómo saltar tales obstáculos, nunca en salir de la decisión. Pues en muchas ocasiones los obstáculos son producidos por sujetos que no se entienden a sí mismo y gustan de estropear a quienes si lo han logrado.

No lo olvides tu esencia es solo tuya, como tuya es la decisión de hacerla fructificar, así que discierne, decida y actúe.